Cuba y el día después

 Hay un gran debate en el campo nacional y popular,  alegría junto a temores manifiestos,  acerca de lo que se viene en Cuba luego del hecho histórico de que se EEUU se vio forzado a terminar con la ruptura de relaciones, y es probable un rápido fin del bloque, de hecho ya atenuado.

  En mi caso solo debo decir que son días de triunfo para la revolución Cubana, su pueblo, y  para todos los que hemos luchado durante décadas para el fin de la criminal agresión y bloqueo contra la isla.

   Nadie puede seriamente predecir el futuro. Para quienes venimos de la “izquierda” la idea del progreso incesante asegurada (aún con avances y retrocesos) heredada del positivismo nos impregno de un “optimismo histórico” que bordeó la ingenuidad política.

   La vida nos demostró, que aún en periodos largos de la historia, los retrocesos pueden ser brutales y duraderos. Concretamente, el futuro no es NECESARIAMENTE FELIZ Y TRIUNFANTE, también está abierto a LAS PEORES PESADILLAS.

   Ahí, como siempre, más que siempre, define el papel de las fuerzas de vanguardia, su capacidad de elevar la conciencia popular y en conjunto prepararse para enfrentar provocaciones, una feroz ofensiva con rostro amable y otro tipo de adversidades que las que impuso el bloqueo, que pueden hallar terreno fértil –aunque limitado– en algunas cuñas de frustración que introdujo en la conciencia popular de las nuevas generaciones las privaciones y sacrificios a que fueron sometidas durante décadas, sin conocer el “garito” yanqui y la brutal dictadura anterior a la Revolución, tampoco la dependencia, la injusticia, la falta de acceso a la educación, la salud y la cultura del mundo capitalista que nosotros vivimos diariamente,pero no aparece en los bombardeos propagandísticos emitidos desde Miami.

   Sin embargo, con todos sus defectos, y no pocos errores, algunos trágicos, la Revolución y el pueblo cubano han dado ejemplos de firmeza y heroísmo, de absoluta dignidad ante el chantaje, la agresión y hasta el  intento de “soborno”, que ahora pasará a otra escala.

   Es por eso que hoy OPTO por mirar con optimismo, aunque no con ingenuidad, y menos ceguera dogmática el futuro.

   Es muy posible que veamos que los agresores y asesinos de masas en todo el mundo desde el siglo pasado, posando de simpáticos y desinteresados benefactores. Si, los mismos criminales que durante 53 años produjeron un golpe mortal a los cubanos, pues miles han muerto por imposibilidad de acceder a medicamentos y productos esenciales. Es su historia, nadie mejor que ellos la conoce y puede advertir los peligros. No seremos nosotros los descubridores de los peligros del gigante al que se enfrentaron con tanta dignidad durante más de medio siglo, menos quien les demos consejos desde nuestra tierra.

   En todo caso, NUESTRA SOLIDARIDAD CON CUBA EXIGIRÁ exigirá un REPLANTEO GLOBAL, y permanentes ajustes, lo cual no es un pequeño desafío. También nosotros, los revolucionarios y luchadores de todo Latinoamérica y el mundo, que libertad y vidas entregamos por esta causa, que es la causa de América,  tendremos que volver  a jugar un papel decisivo en la nada sencilla etapa que se viene, en que la ofensiva imperialista será feroz.

 Con toda la prudencia en que, a mi juicio, deben emitirse opiniones,  considero que éste aspecto es el que determina la actual etapa, y no sólo  especular –que deberemos hacerlo- si queremos dar nuestro mejor aporte para un futuro que todavía está por escribirse, y que en parte depende de todos nosotros.

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