En esta vigilia hacia el 27, recordando a Néstor Kirchner, comparto esta cuarta entrega de algunos párrafos TEXTUALES de mis notas, en este caso de la publicada el 24 DE OCTUBRE DE 2003, los días en que empezaba la CAMPAÑA MEDIATICA, de la mano del privilegio, para enfrentar las conquistas que se iban concretando, y el debate que se iría tornando caliente acerca de la LIBERTAD DE PRENSA.
Mucho, pero mucho antes, del “Clarín Miente”, o del desbarranque total de Carrió:
“En la Argentina no existe la ‘libertad de prensa’: ello implicaría que todo tipo de organizaciones sociales y políticas, así como el ciudadano común tuvieran acceso pleno a los medios masivos de comunicación. Ni hablar de la de información, que incluye el derecho a recibir información veraz, objetiva, oportuna, y completa, es decir el derecho a enterarse de todas las noticias, sin exclusión alguna.”
“A lo sumo, ‘libertad de empresa’, o sea el derecho de propiedad ejercido por los grupos económicos que hoy detentan el poder de publicar, o dejar de publicar, lo que quieren. Y libertad de empresa hasta ahí, teniendo en cuenta la cesión de Papel Prensa otorgada por la dictadura a algunos medios, cuasi monopólicos en cuanto al crítico insumo.
“Por ello merece atención que Noticias del 18-10-03, dedique su tapa, titulada ‘El Apriete’, al anuncio de una producción especial acerca de las supuestas presiones que estaría ejerciendo el Gobierno sobre algunos medios, intimidando o retaceando publicidad oficial.
“Nada más alejado de nuestra filosofía que justificar ‘aprietes’ de ningún tipo sobre personas o entidades, pero llama la atención esta nota en un país donde los interesados saben –repetimos, saben– que no existe la libertad de prensa. Sobre todo, cuando se acusa directamente a Néstor Kirchner, a ‘El Presidente y su entorno’.
“Esta y otras notas, de Clarín y La Nación, INDICAN QUE ESTAMOS ANTE EL INICIO DE UNA CAMPAÑA ANTIGUBERNAMENTAL DE PROPORCIONES. “Es curioso: con algunos cambios de sustantivos, el ejercicio del ‘apriete’ podría aplicarse a los grandes grupos multimediáticos, incluso gran parte de los llamados ‘periodistas independientes’ que ocupan su espacio en ellos, para analizar su actitud y opinión escrita, u omitida, de hechos y personas que no les gustan a sus empleadores, y a los que no vacilan en presionar cada vez más abiertamente.
“Elisa Carrió, con un tono de ingenuidad propia de quien jamás estuvo en una redacción, pero indignante en una política que pretende opinar al respecto, simula preocupación: ‘Esto estaba silenciado. A mí me preocupa sobre todo el periodismo joven, porque si un periodista no trabaja por la verdad, finalmente tiene una frustración enorme’.
“Compartimos su criterio, junto al 99% de los trabajadores de prensa conscientes, pero sería bueno que lo aplique a los despedidos de Clarín o Editorial Perfil, justamente por decir la verdad o reclamar sus derechos ya que es a ese medio al que le concede el reportaje.
“‘Hoy se controla hasta la coma que se pone en un artículo. Y esto genera una autocensura muy grande’. Es así señora Carrió, pero no porque “se siente miedo del poder” político, como afirma insidiosa. En todo caso, el miedo de los periodistas jóvenes es a la patronal y a la estructura vertical del medio, la que se encargará de decirle lo que puede, o no escribir, de levantarle o mutilarle una nota, o (si insiste) despedirlo sin más.
Agenda Unite, 24/10/2003