Mientras preparo mi recuerdo personal de Néstor Kirchner, que compartiré en breve, comparto esta tercera entrega de párrafos TEXTUALES de notas que escribí en los primeros días de su presidencia, en este caso del 11 DE JULIO DE 2003.
Invito a leer y comparar los “argumentos” con los que atacaban hace… ¡17 años!
A unos no se les cae una idea, pero otros no tienen memoria. “En una edición anterior señalamos los pasos de la cruzada de manipulación ideológica que, a nuestro juicio, rodeó y rodea la gestión Kirchner. “En aquel momento, puntualizamos seis líneas de acción:
1. Desautorización del candidato, comenzando por su capacidad de gestión: ninguna experiencia “nacional”, antecedentes “preocupantes” de su gobierno en Santa Cruz, etc.
2. Campaña “sucia” al estilo de “El chirolita de Duhalde”. O un poco más elaboradas, como “El Cámpora de Duhalde”, presentando como análisis político la tesis de la dependencia que tendría respecto al “aparato duhaldista” Kirchner, si llegara a la presidencia.
3. Ahora, ya electo , y sin renegar de lo dicho, se pasa a una nueva teorización: su presunta falta de legitimidad, y por lo tanto de capacidad de gestión, por el escaso número de votos, 22,24%, obtenidos en la primera vuelta.
4. Ante el ascenso en la imagen positiva del Presidente, surge el “estilo K”, mezcla de auténticas expresiones de buena voluntad con un intento descarado de vaciar de contenido el debate político.
5. Contemporánea con la anterior, casi su continuación natural, sostienen que Kirchner produce “muchos gestos y pocos hechos”. Es una abierta presión por la falta de “hechos” reclamados por el establishment y por gestos que sí, molestan a los “grupos concentrados”. Braman por la falta de “un –SU– programa económico global” (compensación a los bancos, aumento de tarifas, pago del total de la deuda externa, apoyo a las AFJP o menguada coparticipación federal, entre otros temas), por completo distinta del apoyo para algunas definiciones y el impulso a otras (salario, más justa distribución de la riqueza, mercado interno, producción y desarrollo, reestatización de las AFJP) de los que nos consideramos parte del campo popular.
6. La aparición de groseras caracterizaciones como “setentistas” o “nostálgicos” anticipan una suerte de revanchismo anti izquierdista, que lo es antiperonista combativo, contra un sector del Gobierno, al menos.
“Son indicios apenas, pero podemos anticipar que su eventual crecimiento, incluso brutalidad, será directamente proporcional al rechazo de Kirchner a las presiones del establishment“.
Agenda Unite, 11/7/2003