Los conocí bien, a los de mi generación porque compartí con ellos ideales, asambleas, marchas, y el hacha que nos partió a todos en los tiempos salvajes; y conocí a los anteriores, los contemporáneos de Mika, la capitana del POUM, en los libros y artículos de revistas ajadas por el tiempo, en los documentos, y sobre todo -aunque esto parezca raro- escribiéndolos en una novela. Nunca entendí a esta suerte de primos hermanos, ¡son un misterio los de la FEDE, los del PC! A veces me dieron pena por las limitaciones que el Partido imponía a sus alas revolucionarias, por la traición de sus dirigentes a las bases, y otras veces, bronca, mucha bronca por esa ceguera obstinada. Sin embargo, leo siempre sobre el Partido, mi curiosidad nunca se sacia. El libro de Nadra me acerca a ellos para quererlos y detestarlos una vez más, como un baúl de secretos rojos enredados, voy sacando de él las anécdotas del Che; el fraude del “viraje en unidad”, lo que no me asombra aunque no lo conocía así, con todos sus jugos, como Alberto lo escribe; los recuerdos, dolorosos algunos, en el seno de una familia que le dio todo al partido. Pero más importante aún, este libro me trae un militante, un hermano, alguien que comparte la ilusión por un mundo mejor, un luchador, un hijo de su viejo, Fernando Nadra. Su libro transmite con eficacia esa desesperación que los personajes de mi novela –y yo misma escribiéndolos- vivieron en Berlín en el 33, y más tarde en la guerra civil española. Secretos en Rojo: Un libro que enseña y que transmite pasión. Investigación y memoria viva. Gracias, Alberto Nadra.
Elsa Osorio, escritora. Autora de A veinte años Luz y Mika, entre otras obras.