Sergio, tan eterno como el agua y el aire
A mí se me hace cuento que se murió Sergio Schilmann, mi hermano, mi amigo, mi camarada. Sergio, ese cuyo enorme corazón se detuvo dos veces ante el tormento de los genocidas, pero nunca entregó nada ni a nadie. Y sabia, vaya si sabía. Sergio que, cuando algunos que ahora juzgan a un partido heroico …