¿Unidad sin militancia ni organización popular? 

Uno, o algunos, escriben con mayor o menor acierto y contundencia. Muchos, y sin duda valiosos compañeros, firman lo ya escrito y se posicionan en un debate necesario.

Si tuviera que firmar –oportunidad que ni uno ni otro nos dio a miles de estoicos votantes, luchadores y defensores del FdT-, ni hablar de participar y aportar en su elaboración, lo haría por el segundo, pese a que:

Ninguno –ni ahora ni en la “década ganada”- plantea, y menos ejecuta, la necesidad de que ese debate arranque con el acuerdo de un programa común y la institucionalización de una dirección del frente con participación de todos los sectores, no de tres o cuatro que charlaban en el mejor momento, y a hora dialogan mediante cartas y documentos, siempre con la militancia ausente.

Ninguno plantea, y menos ejecuta, la necesidad que ese debate del conjunto de las fuerzas se extienda a todo el país y a todos los sectores, mediante la constitución de núcleos frentistas en cada lugar de trabajo, estudio o vivienda.

Ninguno plantea, y menos ejecuta, un plan de acción que exprese ese acuerdo programático en cada núcleo frentista, que a la estrategia nacional la acompañe con una clara definición de las necesidades en cada lugar y pelee organizadamente por ambas.

Dije y repito que ignorar la relación de fuerzas existente es suicida, pero someterse a  ella es fatal.

Sin embargo, para modificarla en favor de las mayorías populares no alcanza con  definiciones generales, por más enfáticas y alejadas de la moderación que sean, cuando en realidad todo indica que una y otra posición finalmente pretende saldar las discusiones en pasillos y despachos oficiales.

Se requiere que esas definiciones provengan de una conducción estratégica, es decir la dirección institucional del frente, que debe ser político y no meramente electoral, y solo así deje de convocar a facciones y pueda contener y dirigir al conjunto, con intereses en ocasiones diferentes y hasta contrapuestos.

Se requiere protagonismo ciudadano, que no suplanta pero complementa la pulseada entre el campo popular y el poder real en el debate legislativo o mediático, para la aplicación de medidas que apunten a superar urgentemente los dolorosos momentos que atraviesa nuestro pueblo, como consecuencia de la restauración conservadora, pero también por las vacilaciones o retrocesos propios.

Para ese protagonismo no alcanza con discursos y llamados al “empoderamiento”, o sacar el bastón de mando de la mochila, sino se explica que significa ese empoderamiento; si la dirigencia no lo organiza en concreto, sino acompaña el discurso con la decisión política de arraigar el frente en las bases, de  impulsar con ello la construcción de núcleos de poder popular,  que contrarresten el inmenso poder de las corporaciones, los medios hegemónicos y las presiones exteriores del imperio.

4 comentarios en “¿Unidad sin militancia ni organización popular? ”

  1. José Ramón Granero

    Tu claridad conceptual es cada vez más clara… Los que la deberían instrumentar en el F. de T son por falta de agallas, de COMPROMISOS preexistentes o por exceso de mezquindad aceleran hacia el abismo neoliberal. La lucha continua. Fuerte abrazo hermano

  2. El trago amargo de acordar un arreglo con el fondo ya está. Deudón contraído por los neoliberales con Macri y Dujovne a la cabeza. Dividió aguas en el FdeT pero ya pasó.
    La horrorosa catástrofe heredada del gobierno macrista (económica, social, y miles de etc más) ya pasó, con un país creciendo al 10% del pbi.
    La pandemia COVID ya pasó, aún quedan resabios pero el porcentaje de vacunados tranquiliza.
    Ahora sigue la inflación, lo que hace necesario luchar contra enemigos muy poderosos.
    No hay tiempo para internismos contrapuestos o emprendimientos plebiscitarios. El pueblo los eligió a todos para que gobiernen y se dejen de joder.
    El artífice del FdeT fue Cristina. ES ELLA. Esa es la fuente. Volver a ella, con Alberto a la cabeza porque aún es presidente.
    Y dar este otro paso, muy importante para seguir con vida.
    Quedan otros muchos pasos por dar, no paso revista, pero resulta imprescindible aumentar el caudal político del FdeT en los cuerpos deliberativos. Será en la próxima elección.
    Cristina conduce. Habrá valotage y se producirán los cambios necesarios.
    Pero hoy, basta de , fuego amigo o como se llame. Demos el paso contra la tenebrosa inflación, orquestada por actores muy poderosos.

  3. La unidad reclama sacrificios. Y la comprensión del valor del.mal menor porque habrá un largo tramo de nuestro futuro que transitará entre opciones. La respondabilidad mayor es de Alberto pero la de Cristina no es menor porque ella lo eligió presidente. Serán los dos responsables si la división de pareceres deviene en ruptura. La Campora no tiene historia. Tiene futuro. No forma parte de esta cuestión. Hizo bien en diferenciarse y ya puso los ojos en lad próximas elecciones. Máximo está donde nunca estuvieron sus padres. Dialogo francos y reservados. Dientes apretados y seguir, seguir juntos contra los enemigos brutales que fomenta la embajada mundial del mal.

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